Duende
Siempre que llego a casa, lo primero que hago es encender la radio. Da igual lo que pongan, noticias, música clásica… el caso es sentirme acompañada.
El otro día volví a acordarme de doña Marga, la vecina viuda del segundo. Una anciana adorable, que cuando me la cruzaba en el portal siempre me saludaba alegre y me contaba cosas de su vida. Sigue leyendo