Una sesión con Rogelio

Rogelio es un caracol que me encontré en la calle. Con mi facilidad de palabra no me resultó difícil convencerlo para que viniera a casa. Allí le dí de cenar lechuga y le habilité una habitación en un tupper viejo, en la terraza.

Al día siguiente, con engaños y halagos, le llevé a mi terreno: un improvisado estudio con un flash y una tela negra. Pasamos un buen rato posando y bromeando. Y al caer la noche cada uno se fue a su cubículo.

Yo pensaba que le tenía en el bote. Que mi cerebro era superior y más rápido que el suyo. ¡Qué equivocado estaba!

A la mañana siguiente, con estupor, pude ver que Rogelio había volado, había dejado el nido, había abandonado el Tupper. No encontré rastro de su huída. Rogelio fue mucho más rápido de lo que yo me esperaba.

¡Vuelve, Rogelio! En casa te echamos de menos.

Extracto de «Rogelio, el caracol que escapó por patas»

2 comentarios en “Una sesión con Rogelio

  1. It’s perfect time to make some plans for the future and it’s time to be happy.
    I’ve read this post and if I could I desire to suggest you some interesting things or suggestions. Perhaps you could write next articles referring to this article. I desire to read more things about it!

    Me gusta

Deja un comentario